COBERTURA: El caos previo al Doom City (Pre Fiesta)

Cuando pensamos en la CDMX pueden surgir muchos adjetivos, pero dentro de todas las perspectivas, tanto de los que sólo la han visitado como la de los que vivimos aquí, hay algo en lo que seguramente coincidimos todxs; el Caos.

Tráfico, inseguridad, incluso el clima es caótico. Sin embargo, del Caos surgen nuevas formas de entender la naturaleza; todo cambia, se descompone y es el proceso inevitable previo a la muerte.

El Doom City Fest es un festival que se ha encargado de seleccionar lo mejor del Caos Sonoro que existe hoy en día dentro del amplio espectro musical para reunirlo y extasiar a los amantes de los ruidos pesados y oscuros.

Dentro de mi top de conciertos favoritos se encuentra el de Amenra, quienes fueron los headliners de la primera edición en 2020, justo un mes antes del encierro por el Covid. Es indescriptible hablar de los escalofríos que sentí al escuchar en vivo la desgarradora voz de Colin van Eeckhout entre los ritmos fríos y aplastantes de la banda, fue un ritual alucinante.

También en ésa edición fue la primera vez que ví a los locales de Fumata, y desde entonces siempre que puedo acudo a sus shows porque neta que están muy cabrones.

Éste año 2025 es su tercera edición y se nota el crecimiento, rifándose un gran line up con las leyendas de Bongzilla y Conan como headliners, junto con otros proyectos macizos internacionales como Dopethrone, y también locales como Oculto, además de los chingones de Vinnum Sabbathi.

Sin embargo, no toda la potencia del festival se queda en la fecha principal; también se ha vuelto tradición ir a echar desmadre en las pre-fiestas que hacen para ir calentando nuestros oídos. En ésta ocasión organizaron tremendo show en la Capilla de los Muertos (justo a lado del Sangriento) con 4 bandas nacionales que tronaron chulo el foro.

Ahí nos reunimos parte del Staff Infernal: Dante (el boss), Annlux y su maldito servidor.

Justo el Caos de la CDMX nos impedía llegar a tiempo, pero logramos lidiar con la lluvia, y por ende, con la lentitud del metro.

Llegamos justo cuando Putrefacción en Masa estaba dando cátedra sobre el escenario. Personalmente eran los que más me interesaba ver ya que, a pesar de ser un proyecto nuevo, éste se conforma de músicos experimentados que forman parte de otros proyectos ya venerados dentro de la misma escena; Chamas, quien es el bajo y voz forma parte también de Apocalipsis, Etziel en la batería igual toca en Weedsnake, y Javier en la guitarra es parte de Terror Cósmico y los ya mencionados Fumata. Su sonido es una mezcla de Punk y Death Metal, similar a lo que hacía Amebix, por ejemplo, pero más ponchado. Con una batería pesada, un bajo rasposo y una guitarra estridente demostraron todo el tiempo lo aguerridos que son, prendiendo el gusto de las 30 personas aprox que en un principio nos encontrábamos ahí.

Durante el cambio de banda aprovechamos para salir y, obviamente, echar un toque ya que vendría la parte más Stoner de la noche con Espectro de la Conciencia, un proyecto de Guadalajara que se ha sabido consolidar muy bien, incluso compartieron escenario con Pentagram en su más reciente visita a México. Salvo algunos detalles técnicos que hubo, la banda supo meterse en la conciencia del público y generarnos paranoia. Gabriel, la voz y guitarra de la banda, sabe imponerse sobre el escenario a través de gritos desgarradores y movimientos bruscos, contrastando con la actitud más calculadora de Alonso, el bajista. La bateria agresiva era clave para adentrarnos en un trip que iba subiendo de intensidad en cada canción. Bastante hipnótico el show, la verdad.

Ya estando entre la peda y la pachequez, y con más gente en el foro, llegó el momento de los locales de Black Overdrive, quienes tienen un sonido más de la vieja escuela que ronda entre el Thrash Metal y el Stoner. Con guitarras de riffs afilados, un bajo profundo y una batería acelerada demostraron mucha potencia y experiencia en el escenario. Algunos entre el público sintieron que éste estilo que recuerda, por ejemplo, a Motörhead, desentonaba con las otras bandas pero tampoco fue motivo de desagrado.

El último acto era muy esperado por varios, incluyéndome; Malastare, otro proyecto de Guadalajara con un sonido abrumador que mezcla Punk, Stoner, Doom, Post Metal, etc. Creo ya haberlos visto por allá del 2017 cuando vino Full of Hell, un show súper intenso y que estuvo de huevos (ya deberían de traerlos otra vez, alch), pero es un recuerdo muy vago y ahora teniendo más experiencia, dieron un show bastante brutal. Entre voces desesperadas, una guitarra agresiva y un bajo espeso destacaba la batería, dominada por la sorprendente agilidad de Johan. Ésta banda logró cerrar la pre-fiesta con una catarsis satisfactoria, justo la que necesitábamos para darnos cuenta de lo que el Doom City Fest tenía preparado para dentro de dos días después.

Poco a poco se ha ido creando una gran comunidad sólida de amantes del ruido pesado y oscuro gracias a éstos eventos.

Cada año aumenta la expectativa de las bandas que podrían visitar nuestro país, y eso también ha impulsado a que los nuevos proyectos sean más atrevidos al momento de experimentar con el ruido.

La entropía del Doom City le ha dado paso a una nueva generación sedienta por el Caos.

 

FOTOS: DANTE

NARRACION: BAPHOMET

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